domingo, 13 de febrero de 2011

Sentidos Quimicos

Los sentidos químicos: son aquellos sentidos, que para que se pueda percibir el estímulo, tiene que existir una reacción química entre las moléculas de el estímulo y los receptores (células gustativas). Los receptores de este sentido, son denominados quimiorreceptores.

Sensibilidad Química Común
Los receptores químicos indiferenciados están más ampliamente distribuidos en el organismo que los restantes receptores químicos, el principal problema que se presenta en la práctica es distinguir de los de presión y dolor, cuya distribución a lo largo del cuerpo también es profusa.
Receptores: Las terminaciones nerviosas libres en relación con las células epitetailes integran a los receptores de dolor y de temperatura como a los químicos. Pero aunque a simple vista no se puede encontrar distinciones entre ellos, con toda probabilidad los receptores químicos guardan ciertas diferencias con respecto a los de dolor y temperatura.


Vías Nerviosas: Los receptores químicos indiferenciados están ampliamente distribuidos por todo el cuerpo. En especial en las superficies húmedas, tales como las de la garganta y la boca. Están inervados por fibras procedentes de varios nervios craneales y espinales. Parece que estos no tengan ninguna representación especial en el sistema nervioso central por intermedio de vías y centros.

Estímulos Apropiados: Las estimulación más idónea es la que se verifica por medio de ácidos, álcalis o sales en solución diluida, cualquier sustancia susceptible de ionizarse bien y que tienda a deshidratar los tejidos.


En esta clasificación de los sentidos, podemos encontrar al gusto y al olfato. Estos sentidos al parecer son sentidos independientes y separados, pero realmente existe una estrecha relación entre ambos, ya que si nos tapamos la nariz y luego probamos algo de comida, no le sentiremos el completo gusto al alimento que estamos ingiriendo, perdiendo así el placer de la comida. Esto se produce, porque tanto el gusto como el olfato, tiene receptores que responden a sustancias química, la diferencia entre los dos sentidos químicos, es la localización de los receptores, además de las sustancias que activan el gusto, son distintas de las que activan el olfato.


Gusto:
Aunque constituye el más débil de los sentidos, está unido al olfato, que completa su función gracias a las papilas olfativas. Esto, porque el olor de los alimentos que ingerimos asciende por la bifurcación aerodigestiva hacia la mucosa olfativa, y así se da el extraño fenómeno, que consiste en que probamos los alimentos primero por la nariz. Una demostración de esto, es lo que nos pasa cuando tenemos la nariz tapada a causa de un resfriado: al comer encontramos todo insípido, sin sabor.


Como se compone el sentido del gusto: los quimiorreceptores del gusto, son células gustativas, las cuales se agrupan en grupos de dos a doce, formando los conocidos botones gustativos, los cuales hay en una cantidad de aproximada de 10.000 y tantos en el ser humano. Estos botones gustativos, están en su mayoría en las paredes de las papilas gustativas que están situadas mayormente en la superficie de la lengua, y el resto está disperso en la boca y garganta.



A partir de los estudios psicológicos, se piensa en general que existen cuando menos cinco sensaciones sápidas primarias:

Tradicionalmente, en Occidente se consideran sólo cuatro sabores, mientras que en Oriente existen cinco, a saber:

  • Sabor amargo: como la quinina
  • Sabor salado: como el cloruro sódico (sal común) o el agua de mar
  • Sabor dulce: como el azúcar
  • Sabor ácido: como el limón
  • Sabroso o umami: como el glutamato. El umami es el último de los gustos incorporado a la lista en 1908 por el fisiólogo japonés Kikunae Iked

Pero sabemos que una persona puede percibir cientos o miles de sabores diferentes. Se supone que se trata de combinaciones de las cuatro sensaciones primarias, de la misma manera que todos los colores del espectro son combinaciones de tres sensaciones coloreadas primarias. Sin embargo, podría existir otra clase o subclase de sensaciones primarias, menos evidentes.

Las casi 10.000 papilas gustativas que tiene el ser humano están distribuidas de forma desigual en la cara superior de la lengua, donde forman manchas sensibles a clases determinadas de compuestos químicos que inducen las sensaciones del gusto. Por lo general, las papilas sensibles a los sabores dulce y salado se concentran en la punta de la lengua, las sensibles al ácido ocupan los lados y las sensibles al amargo están en la parte posterior, mientras que el Umami se encuentra en la parte central de la lengua.

Sentido del Olfato: El sentido del olfato es el que nos permite discriminar los olores y nos advierte de algunos peligros. La nariz es el órgano por el cual penetran todos los olores que sentimos desde el exterior.El olfato: es el más sensible de los sentidos, ya que unas cuantas moléculas es decir, una mínima cantidad de materia bastan para estimular una célula olfativa.


FUNCIONES OLFATIVASEl sistema olfativo tiene varios propósitos:

  • Crear una representación del olor.
  • Determinar la concentración del sentido.
  • Distinguir un nuevo olor de entre los olores ambientales en segundo plano.
  • Identificar los olores en diferentes concentraciones.
  • Relacionar el olor con el recuerdo de lo que represent

Los quimiorreceptores de la fosa nasal:Son los responsables del sentido del olfato, es decir de la captación de las sustancias dispersas en el aire. Son las neuronas que hay intercaladas en la mucosa olfativa o pituitaria amarilla que hay en el techo de las fosas nasales

Glandulas olfativas:Las sustancias químicas ingresan por las fosas nasales, dos cavidades que se hallan dentro de la nariz,

  • Pituitaria amarilla: debido a la presencia de células epiteliales de sostén. Su función es la recepción de estímulos químicos.
  • Pituitaria roja:el área respiratoria, de color rojizo debido a que esta profusamente irrigada. Su función es calentar el aire que se dirige a los bronquios.

¿Cómo percibimos los olores?
Cuando un objeto, emite un olor y nos llega a la nariz esto quiere decir que moléculas de dicho objeto se han desprendido de él y llegado, por difusión o arrastre, a nuestra nariz. Estas moléculas entran en la nariz debido a la aspiración que realizamos cuando respiramos. En este proceso, el aire que inhalamos arrastra a las moléculas que están en la vecindad de la nariz. La corriente de aire que entra da lugar a una corriente secundaria que pasa por el epitelio sensitivo. La cantidad de aire y por tanto la fracción de moléculas del objeto oloroso que se deposita en el epitelio es muy pequeña.
También llegan corrientes de aire desde la boca. La comida que tenemos en la boca también despide moléculas que son arrastradas hasta el epitelio sensitivo. Este hecho tiene como consecuencia que la sensación predominante al comer provenga no del gusto que se inicia en la lengua sino del olfato. La sensación de oler se experimenta cuando las moléculas aromáticas llegan a la mucosa nasal, en donde se disuelven. Así, estas moléculas entran en contacto con los cilios.
Hasta hoy en día no se ha podido determinar con certeza el mecanismo por medio del cual se inicia el proceso a través de los receptores nerviosos que nos dan la sensación de oler. Mencionaremos algunas ideas que se han expuesto y que parecen tener algunos elementos que pueden ser verdaderos. } En primer lugar, en general, somos muy sensibles a una cantidad extraordinariamente grande de olores distintos. A primera vista podríamos pensar que hay un nervio olfatorio sensible a cada olor posible. Sin embargo, hasta hoy en día no se han encontrado estas diferencias en los cilios nasales.

La cavidad nasal presenta tres zonas:

  • El vestíbulo: es la parte más anterior e inferior de la nariz, y está tapizada por piel;
  • Región respiratoria: que se continúa con el vestíbulo y se comunica con la nasofaringe, y está tapizada por una membrana mucosa de tipo respiratorio.
  • Región olfatoria: ubicada en el cornete superior y tercio superior del tabique nasal, donde llegan filetes nerviosos que atraviesan los orificios de un hueso llamado etmoides, cuyo conjunto origina el nervio olfatorio, que alcanza el llamado bulbo olfatorio, que se continúa con las llamadas cintillas olfatorias, cuyas fibras llevan los estímulos al cerebro y cerebelo.


El Sentido Del Olfato Y El Sistema Límbico

El bulbo olfatorio es una de las estructuras del sistema límbico y es una parte muy antigua del cerebro. Como se mencionó anteriormente en la descripción del proceso olfativo, la información capturada por el sentido del olfato pasa del bulbo olfatorio a otras estructuras del sistema límbico.
El sistema límbico es una red de estructuras conectadas entre sí que se encuentra cerca de la parte media del cerebro y está conectada con el sistema nervioso central. Estas estructuras “trabajan en conjunto para tener efecto en un amplio rango de comportamientos que incluyen las emociones, la motivación y la memoria.” (Athabasca University, Tutoriales Avanzados de Psicología y Biología). Este sistema maneja las respuestas instintivas o automáticas y tiene muy poco, o posiblemente nada, que ver con los pensamientos conscientes o la voluntad.

El sistema límbico también está relacionado con la interpretación de los datos sensoriales obtenidos de la neocorteza (la parte del cerebro donde se elabora el pensamiento) para convertirla en las motivaciones del comportamiento. El sistema límbico tiene una función central que es la mediación entre el reconocimiento de un evento por una persona, su percepción como una situación que provoca ansiedad y la reacción fisiológica que resulta de la misma, todo mediado a través del sistema endocrino: Los estímulos son procesados conceptualmente en la corteza y pasan al sistema límbico donde son evaluados y se elabora una respuesta motivada.

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