lunes, 9 de mayo de 2011

Estados Alterados de Conciencia

ESTADOS ALTERADOS DE CONCIENCIA
Procurar estados alterados de conciencia ha sido, desde los tiempos prehistóricos, un asunto serio, peligroso, que no solo exige cautela sino también un nivel de conocimientos específicos y un entrenamiento eficaz. Los arios no distribuían el soma sagrado a los jóvenes reclutas ni tampoco a los soldados veteranos. Solamente aquellos que habían alcanzado una condición sacerdotal (que al paso de los siglos iba a constituir la casta de los brahmanes) podían ingerir aquel brebaje misterioso. Y aún así, lo hacían en ocasiones especiales y siguiendo un ritual estricto.
Lo mismo a ocurrido con los chamanes esteparios y con todas las castas y fraternidades iniciáticas que recurrieron a plantas psicotrópicas para sus exploraciones en el misterio.
Los opiáceos: Entre ellos están el opio, la heroína, la morfina, el pantopon, el eukodol, el demerol, la metadona.
Ya sea fumado, inhalado, inyectado, administrado por vía oral o por supositorios, este tipo de drogas siempre causa adicción.
Durante tres meses de uso se experimentan temblores de manos, pérdida progresiva de la coordinación, contracciones musculares, obsesiones paranoídeas y temor de estar loco.
En general, los opiáceos producen una acción analgésica. El organismo entero se adapta como puede al ciclo de estas sustancias, deja de sentirse el dolor y el placer, quien los consume no se aburre nunca pues se encuentra estupefacto, fuera de cualquier interés y puede pasarse horas enteras mirando el techo. El individuo no necesita contactos sociales ni sexuales, ni trabajo, ni diversión ni ejercicios; existe en un estado sin tiempo, sin dolor y sin sexo.
Se debe tener presente que la morfina y el alcohol son incompatibles, si hay consumo de ambas se experimentan sensaciones desagradables.
La cocaína: Probablemente la tremenda fascinación de esta droga está en la energía que parece desatar, ya que activa directamente las conexiones del placer del cerebro. Es la más exultante y orgiástica de las drogas. Su acción plena se obtiene por vía intravenosa.
Aunque la ansiedad por la cocaína pude ser muy intensa, no provoca adicción física.
Su uso continuado lleva a nerviosismo, depresión y a veces a estados psicóticos con alucinaciones paranoídeas.
Hashís, marihuana (cannabis sativa): Producen perturbación de la percepción espacio-tiempo, desorden en las ideas, risas sin sentido, pereza, sensibilidad aguda a las impresiones.
El aumento de la sensibilidad puede no ser agradable, depende del estado psíquico de quien la usa; suele empeorar las malas situaciones y convertir en pánico un estado de ansiedad o en desesperación una depresión. A veces también una leve hostilidad puede percibirse como una verdadera agresión.
Otra particularidad de la intoxicación con cannabis es que a menudo la persona no sabe si algo le gusta o no, si una sensación es agradable o desagradable.
No forma hábito ni produce efectos perniciosos cuando se usa en forma moderada.
Los barbitúricos: Si se toman en cantidades elevadas son definitivamente adictivos.
Bajo los efectos de los barbitúricos no se coordinan los movimientos del cuerpo (se tropieza, se cae, se queda dormido en mitad de una frase, etc). La persona se vuelve agresiva, confusa y estúpida, y siempre usa cualquier otra droga que pueda encontrar.
Benzedrina: Esta droga, al igual que la cocaína, es un estimulante cerebral que produce una sensación de exceso de energía física. En dosis elevadas produce sueño y sensaciones exultantes. Sin embargo, el estado de euforia es seguido por una de profunda depresión.
La adicción se produce muy rápidamente en la medida en que se desarrolla la tolerancia metabólica.
Peyote o mescalina: Es una droga estimulante. La ingestión del cactus produce fuertes náuseas; no obstante, una vez que se consigue retener el preparado de cactus suficiente tiempo para que el efecto se manifieste, se produce un estado de notable lucidez y alteraciones de la percepción.
Aumenta la sensibilidad a las impresiones en forma similar al efecto de la cannabis, especialmente en relación a los colores. Puede incluso producirse un tipo de percepciones de identificación con la planta, de modo que todas las cosas parecen adquirir un aspecto relacionado con las características del cactus. Los indígenas que usaban esta planta en sus rituales, creían que había un espíritu en ella el cual se llamaba Mescalito.
Esta droga no produce adicción.
Harmalina (banisteria caapi): La bannisteria caapi es una enredadera silvestre, de crecimiento rápido, un bejuco que se produce profusamente en las selvas Amazónicas. Allí los indígenas la conocen con los nombres de Yaghé y Ayahuasca.
Produce un estado de profunda confusión de los sentidos, percepciones erráticas y alucinaciones. Los indios, sus curanderos, utilizan la ayahuasca para tratar diversas enfermedades, también como anestésico para los ritos de iniciación.
Es utilizada para predecir el futuro, para descubrir objetos perdidos o robados, identificar criminales y para diagnosticar enfermedades y prescribir tratamientos con hierbas. Se la conoce a esta droga con el nombre de telepatina.
Quienes la utilizan en forma continua desarrollan pronto un grado de tolerancia a la infusión, la cual inicialmente provoca vómitos a poco de su ingestión, así como otros efectos desagradables.
No produce adicción.
Nuez moscada: Una cucharada de nuez moscada ingerida con agua produce efectos similares a los de la marihuana aunque acompañados de náuseas y dolor de cabeza. Se ignora si pude ser adictivo ya que, en caso de serlo, la muerte llegará probablemente mucho antes que la adicción.
Entre los indígenas de América del Sur se utilizan a veces otras plantas de la familia de la nuez moscada. Los curanderos o doctores brujos secan las semillas y otras partes de la planta, la pulverizan e inhalan la sustancia así obtenida. Esta ingestión produce violentas convulsiones, con ciertos caracteres que recuerdan la epilepsia. De los movimientos espasmódicos que experimenta el curandero resultarán los signos que tendrán interpretación profética para los indígenas.
Datura-escopolamina: Llamada también "Hierba del diablo", "Chamico" y "Trompeta de los ángeles". Una variante de la misma planta es la Floripondio.
Es usada por los indígenas de México y América del Sur para efectuar rituales de carácter iniciático, particularmente en las fraternidades de hechiceros. Ellos tienen perfectamente claro que se trata de una planta muy peligrosa y la suponen habitada por un espíritu demoniaco de carácter femenino, que tiene la misión de "someter a prueba al guerrero", lo que equivale a verificar si la persona que ingiere la planta sufre de daños psíquicos o fisiológicos irreparables o no.
Produce graves alteraciones de la percepción y fuertes estados psicóticos cuando se la ingiere en dosis elevadas. Una sobredosis puede resultar fatal. Cuando se la combina con morfina produce envenenamiento.
Contra la arraigada creencia polular, el alcohol no es un estimulante, y el comportamiento animado se debe a que es un sedante del snc . Tampoco es un afrodisíaco, deteriora el desempeño sexual, sobre todo en los hombres. Los efectos del alcohol dependen de la cantidad y frecuencia de ingestión alcohol aminoran la actividad del sistema nervioso central y producen cierto estado de relajación y tranquilidad en pequeñas cantidades amortigua la conciencia, relaja inhibiciones y produce sensación de relajación y euforia . Un consumo excesivo produce efectos mucho más dañinos: daños del snc o del hígado , interfiere en la percepción y disminuye la autoconciencia. En alcohólicos crónicos origina delirium tremens o el síndrome de korsakov
En dosis ligeras tienen un efecto similar a la embriaguez alcohólica. En dosis altas, ocasionan confusión mental grave o síntomas psicológicos (pérdida de contacto con la realidad). La sobredosis puede causar el coma o incluso la muerte , porque producen parálisis de los centros cerebrales , reguladores de la respiración. Farmacos sedantes (barbitúricos) estos sedantes facilitan los efectos sinápticos del neurotransmisor gaba y se utilizan para inducir el sueño , controlar la epilepsia o como sedantes preoperatorios aminoran la actividad del sistema nervioso central y producen cierto estado de relajación y tranquilidad
La ansiedad o tensión nerviosa provoca sentimiento de aprensión e inseguridad que impiden realizar tareas cotidianas. Ansiolítico proviene de ansiedad y del griego lytic , que significa disolver. Fue a finales de los años 60 cuando el químico leo sternbach consiguió sintetizar las benzodiacepinas farmacos tranquilizantes (ansiolíticos) algunas son de acción larga se utilizan como ansiolíticos: asi el diacepam ( valium ) y el clorazepato ( tanxilium ) alivian la ansiedad y el miedo, o también el nerviosismo y el estrés. Otras, de acción corta, se utilizan para inducir del sueño: el flunitracepam ( rohipnol ), aunque tienen escaso poder adictivo, con dosis altas genera dependencia física aminoran la actividad del sistema nervioso central y producen cierto estado de relajación y tranquilidad
Psicosis
La psicosis es un estado clínico en el que la persona afectada pierde el contacto con la realidad alterando funciones fundamentales para el ser humano como los pensamientos, los sentimientos, la percepción y la conducta. Existen diversas formas clínicas de psicosis que presenta unos síntomas comunes. La confusión de pensamiento lleva a la persona que la padece a tener dificultades para concentrarse, seguir una conversación o recordar cosas; el pensamiento, lo mismo puede acelerarse que volverse muy lento. Ideas delirantes, con interpretaciones erróneas de la realidad, que, por ejemplo, se traduce en una convicción de ser perseguido u observado. Cambios en los sentimientos con acusadas oscilaciones en el estado de ánimo, como excitación o depresión. Cambios en la conducta con comportamientos inusuales o extraños, hiperactividad y largos periodos de letargo, risas inapropiadas, agitación o preocupación sin motivo aparente, alucinaciones por percepción, a través de los sentidos, de estímulos inexistentes... La esquizofrenia es una de las manifestaciones más graves de la psicosis. En torno al 3% de la población general presenta un episodio de psicosis alguna vez en su vida. Un 1% padece esquizofrenia, enfermedad que se presenta en todas las culturas y civilizaciones, apareciendo, por lo regular, tres o cuatro años antes en el varón que en la mujer, complicando sus vidas.
Tipo
El autismo precoz de Kanner, es la primera y más grave de las psicosis infantiles. Evidentemente es un trastorno del desarrollo, pero es un trastorno psicótico en el que la retirada y el aislamiento tienen unas características propias. Más adelante nos ocuparemos de describir dicho cuadro.
El síndrome de asperger: se puede superponer al autismo. Aunque el nivel cognitivo y el lenguaje están conservados son muchas las similitudes de los dos cuadros. Creemos que los trastornos conductuales que se les atribuyen (recordemos que Asperger describió este cuadro como la Psicopatía Autística) pueden ser debidos precisamente a su nivel cognitivo.
3. Las psicosis precoces deficitarias, el Dr. Duché describía como las Psicosis de expresión deficitaria. Cursan con un déficit cognitivo bastante grave y una desarmonía en las adquisiciones. Además exteriorizan una angustia psicótica, comportamientos impulsivos de características autoagresivas, fenómenos disociativos y al llegar la pubertad pueden presentar episodios de delirio polimorfo. En todas ellas, el retraimiento es menos masivo que en el Síndrome de Kanner, pero la evolución y el pronóstico es severo.

Las disarmonias psicòticas, se corresponderían con los cuadros borderline, manifestándose a partir de los tres o cuatro años, con una sintomatología diversa: manifestaciones somáticas o del comportamiento, inestabilidad, inhibiciones severas, cuadros fóbicos, desarmonías en el inicio del lenguaje y la psicomotricidad sin que el déficit intelectual determinado en los tests, tenga una importancia central, al menos en los inicios.
A partir de esta sintomatología, de niño "difícil o raro", pueden aparecer amenazas de ruptura con la realidad, tendencia al desbordamiento del pensamiento, estados de angustia, predominio del aislamiento con hipervigilancia o impulsividad y agresividad exagerada, con graves dificultades -en algunos casos- para mantener una conducta adaptada en el medio familiar, escolar o social. Se desconoce la etiología. La evolución y el pronóstico son siempre reservados.
El trastorno desintegrativo infantil, es después de dos años del nacimiento con un desarrollo psicomotor normal, se produce una pérdida clínicamente significativa de habilidades previamente adquiridas de tipo motor o social, del lenguaje, del control intestinal o vesical y del juego, junto a anormalidades en la interacción social, la comunicación y la aparición de patrones de comportamiento, intereses y actividades restrictivos y estereotipados.
Es un trastorno raro, muy poco frecuente, que se corresponde con el Síndrome de Heller o la demencia infantil, por lo que, aunque se incluye en los trastornos profundos del desarrollo, es más una demencia que una psicosis. Se desconoce la etiología. La evolución y el pronóstico son graves.


El síndrome de rett, es un trastorno que sólo se ha diagnosticado en mujeres, y se caracteriza por una evolución psicomotora normal durante los cinco primeros meses de vida, a partir del cual se desacelera el crecimiento craneal, se pierden les habilidades manuales intencionales previamente adquiridas, con presencia de estereotipias, pérdida de implicación social, mala coordinación de la marcha o de los movimientos del tronco con un desarrollo expresivo y receptivo del lenguaje gravemente afectado y retraso psicomotor grave.
No es un trastorno psicótico aunque está incluido en los trastornos profundos del desarrollo. Se desconoce la etiología. La evolución y el pronóstico son graves.

Acepciones de Conciencia

ACEPCIONES DE CONCIENCIA
Los seres humanos realizamos acciones y actividades diarias con el fin de cumplir con un deber o una tarea. En algunas ocasiones estas tareas implican un gran esfuerzo de nuestra parte y que requieren de gran responsabilidad, misma que demuestra el grado o clase de persona con la que se esta tratando. Esta misma hace que uno actué en fin de su conveniencia o por propio interés, sin importar las repercusiones que se tenga o el visto que den personas ajenas.
Todos y cada uno de los seres humanos ven u observan las cosas que pasan de diferente manera, es decir, existen diferentes formas de conciencia que se califican como un acto moral e inmoral, además de psicológica. Existen múltiples acepciones de conciencia, pero lo que más llama la atención es el ver como los seres humanos la utilizan o bien, la manera en que demuestra su opinión frente a la sociedad con respecto a su calificación de lo que se es malo y lo que se es bueno, correspondiendo o no a las reglas que habitan en la sociedad en la que se vive.
En la vida diaria hablamos de la "conciencia religiosa", de la "conciencia moral", de la "conciencia cívica", “conciencia psicológica”, etc., conforme a la actitud que adoptamos frente a la vida religiosa, moral, ciudadana, etc.

Conciencia Moral:
Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad, el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias. La conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la moral, en ella está el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos o nuestro modo de vida. Pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad, conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas. Por eso es especialmente importante plantearnos qué es y como funciona. La misma palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor. La conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno -o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, de lo que hay que evitar-.
Hipótesis sobre el funcionamiento de la conciencia moral.
Al definir la conciencia como un tipo de conocimiento o de percepción estamos reconociendo que es una realidad compleja. Cuando valoramos una acción realizada o por realizar, la conciencia moral puede actuar de maneras diferentes: podemos sentir que lo que hemos hecho o vamos a hacer está bien o mal, sin saber exactamente por qué; podemos también analizar las consecuencias reales o posibles de nuestra acción y su conveniencia; podemos recurrir a pensar en normas previamente aceptadas para enjuiciar la acción... A lo largo de la historia, distintas corrientes de pensamiento sobre la moral han dado mayor importancia a alguno de estos modos de actuación de la conciencia moral.
El intelectualismo moral, por ejemplo, considera la conciencia moral como el conocimiento de lo que es bueno y lo que es malo. Se produce en él una identificación entre el bien y el conocimiento, por una parte, y el mal y la ignorancia por otra. En consecuencia, según el mismo, sólo obramos mal porque creemos, en nuestra ignorancia, que ese mal que hacemos es un bien para nosotros. La manera de conseguir actuar correctamente será, pues, educar a nuestra razón en los principios de la moral para que no pueda llevarnos a valoraciones incorrectas sobre la bondad o maldad de las cosas y las acciones.
El emotivismo, por el contrario, es el planteamiento de la conciencia moral como sentimiento. Según los emotivistas, por medio de la razón sólo podemos llegar a comprender lo útil o lo conveniente para determinados fines, pero no si algo es bueno o malo. La bondad o maldad de actos, palabras, etc. se siente, no se conoce racionalmente. Los juicios morales, para los emotivistas, no son más que medios para comunicar esos sentimientos y para intentar convencer a los demás de su validez.
El intuicionismo tampoco considera que la razón sirva para determinar la maldad o la bondad de las acciones y las cosas: la conciencia moral, según los intuicionistas, percibe directamente lo bueno y lo malo. Puesto que el bien no es una cualidad natural -como el color-, no puede percibirse por medio de los sentidos físicos. Esto hace que los intuicionistas vean la conciencia moral como un sentido moral -intuición moral- que percibe directamente la bondad o maldad de las cosas y las acciones, sin intervención de los sentidos físicos ni del razonamiento.
El intuicionismo y el emotivismo niegan que la razón sea el componente fundamental de la conciencia moral, aunque desde posturas muy diferentes. El intuicionismo considera que el bien y el mal están en las cosas y las acciones, son cualidades reales que percibimos. El emotivismo, por el contrario, sostiene que son sentimientos que provocan esas acciones y cosas en nosotros; sentimientos que pueden variar de una persona a otra y son objeto de discusión.
Los prescriptivistas, en cambio, consideran que la moral se basa en el carácter prescriptivo (imperativo) de sus juicios. La conciencia moral, según estos autores, asiente o rechaza los mandatos que presentan los juicios morales. La manera de demostrar el asentimiento a lo que dice una norma es cumplirla, la de demostrar el rechazo, no cumplirla.
Todas estas teorías destacan aspectos parciales de la realidad total que es la conciencia moral. Ésta se compone tanto de razonamientos y juicios como de sentimientos, intuiciones o mandatos.
Según nuestra experiencia. Es un hecho que nadie de nosotros juzga las acciones de un vegetal o de un animal irracional como acciones morales. Sólo un ser humano es sujeto de actos morales o inmorales. Podemos por lo tanto, concluir que "la conciencia moral" es una función de la persona humana.
La experiencia nos señala que ciertas personas observan una determinada conducta moral y que otras se conducen en forma inmoral.
En consecuencia, la "conciencia moral" no es algo añadida a la persona, sino que es la misma persona, el sujeto de la conducta moral.
"La conciencia moral es una realidad dinámica que capacita al hombre para captar y vivir los valores morales". Su desarrollo y su perfección dependen del desarrollo y de la perfección de la personalidad de cada hombre.
Elementos de la conciencia moral:
a) Elementos racionales, que concurren a la formación de los juicios antes o después de un acto moral.
Los juicios previos al acto moral establecen los principios. Ejemplo: Hay que hacer el bien y evitar el mal. Los juicios después del acto moral, la conciencia lo acepta si fue bueno y lo rechaza en el caso que haya sido malo.
b) Los sentimientos morales, estos pueden ser antes o después de un acto moral. El hombre naturalmente tiene la tendencia de hacer el bien y de evitar el mal. Experimenta a la vez, respeto al deber, y por ende, aprecia la conducta buena y menosprecia la mala.
La conciencia moral, corno juez de nuestros actos, sólo puede darse cuando éstos son actos humanos voluntarios, o sea los actos en los que ha intervenido la libertad de acción. No puede haber un juicio de conciencia cuando los actos efectuados han sido obligados por una autoridad o por una acción coercitiva de agentes extraños a nosotros mismos. Se podría poner con ejemplo la acción de un soldado en tiempo de guerra En la actividad profesional a veces se toman decisiones por obligación o por seguir esquemas o sistemas preestablecidos, que muy poca libertad de acción dejan al sujeto, en estos casos la conciencia moral quedara un tanto suprimida.
Ahora bien, como resultado del juicio de valor que efectúa la conciencia moral sobre los actos del propio individuo, se conduce lo siguiente:
A un sentimiento de culpa
A un remordimiento
A un arrepentimiento.
Esto puede llevar a un castigo, un auto castigo, o a una acción interna
En este campo intervienen una serie de elementos a los cuales se les ha dado en llamar PUENTES DE LA MORALIDAD, que constituyen la conformidad o disconformidad con la recta razón que dirige al acto humano.
Al analizar concretamente un determinado acto humano ya sea realizado por uno mismo o por otra persona, hay tres elementos para juzgarlo
El objeto, la situación y el fin
El objeto es hacia dónde Se dirige el acto libre y voluntario; qué es lo que quiere; es el contenido de la acción.
La situación o circunstancias: Situado en un lugar, por una persona, en un tiempo, quién lo hace y qué condiciones acompañan al acto
La intención o fin: El motivo por el cual se efectúa el acto; la razón por la cual se actúa
Estos elementos, Según se presenten, harán que el juicio de conciencia se haga en consecuencia, ya que muchas veces las personas se ven precisadas a actuar en contra de una norma moral. Un ejemplo se da el matar a una persona para salvar la propia vida o la de un ser querido que está desprotegido.
La aplicación de estos elementos es algo muy complejo y se puede referir a los tipos de conciencia que se han expresado anteriormente
Independientemente de los elementos que intervienen en el acto voluntario, el individuo obra en función de un fin, lo que quiere decir que sus actos están determinados en cierta forma por ese fin último natural que es la felicidad, Pero todo ello dentro de una recta razón que como cualidad de la inteligencia, está dentro de la naturaleza del hombre.
En el curso de su desarrollo, la persona humana adquiere hábitos que son pautas de comportamiento estables que disponen al sujeto para bien o para mal, según su forma de ser los cuales Son difíciles tanto de adquirir como de remover.
En el campo de la moral, los hábitos se manifiestan como virtudes o vicios de comportamiento.
En algún momento Aristóteles afirmó que el hombre es virtuoso es feliz, de lo que se puede seguir que para acercar al hombre hacia su fin, la virtud orientará rectamente sus actos, y San Agustín define la virtud como 'una buena cualidad del Alma, por la cual se vive rectamente, y de la cual nadie hace mal uso"
Conciencia Psicológica:
La conciencia psicológica es un conjunto de experiencias psíquicas inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos de nuestro yo.
La conciencia psicológica es darse cuenta de la presencia de si mismo; de las cosas y de los hechos que se encuentran fuera del yo, y de la reflexión resultante de los propios actos y de las realidades existentes en el mundo que le rodea.
Nos permite captar los fenómenos psicológicos como nuestros; a la vez dichos fenómenos psicológicos constituyen una unidad que forma el yo de cada uno de nosotros.
Caracteres fundamentales de la conciencia psicológica:
 Dinamismo: como acción de lo anímico hacia la realidad
 Totalidad: como creación de conjuntos dotados de unidad
 Subjetividad: como operación pereciente a un yo concreto
 Intencionalidad: como función reveladora del sentido de la realidad
Según Jolivet. Règis; (1982); la conciencia se muestra tanto como un hecho vital como una operación de la mente. Como hecho vital, hablamos de la conciencia de los animales y de los hombres.
Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia psicológica nos serviremos de nuestra experiencia diaria.
Observemos, por ejemplo, una puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de imágenes, de recuerdos, de afectos que nos invaden. Nos sentimos felices.
Todo esto constituye en ese momento nuestra conciencia psicológica.
Podemos, pues, legítimamente, decir que la conciencia psicológica es un conjunto de experiencias psíquicas inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos en nuestro yo.
Mediante la conciencia psicológica no sólo nos damos cuenta de lo que pasa dentro de nosotros en un momento dado, sino que también nos damos cuenta de nuestra propia experiencia. La conciencia psicológica nos permite captar los fenómenos psicológicos como nuestro; a la vez, dichos fenómenos psicológicos constituyen una unidad que forma el yo de cada uno de nosotros.
DIFERENCIAS ENTRE CONCIENCIA PSICOLOGICA Y MORAL.
La diferencia entre conciencia psicológica y la conciencia moral proviene de los distintos objetos a los que se dirigecada una de ellas.
La conciencia psicológica, reconoce diversoselementos que entran en la estructura del yo, mientras que la conciencia moral tiene la función de valorar los actos del yocon ello la de trazar un proyecto de vida del yo. Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia psicológica nos serviremos de nuestra experiencia diaria.
Observemos, por ejemplo, una puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de imágenes, de recuerdos, de afectos que nos invaden. Nos sentimos felices.
Todo esto constituye en ese momento nuestra conciencia psicológica. Luego podemos decir, que la conciencia psicológica es un conjunto de experiencias inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos.
Mediante la conciencia psicológica no sólo nos damos cuenta de lo que pasa dentro de nosotros en un momento dado, sino que también nos damos cuenta de nuestra propia experiencia. La conciencia psicológica nos permite captar los fenómenos psicológicos como nuestros.
Diferencia entre la conciencia moral y la psicológica
Unidad y distinción a la vez.
Unidad: En el hombre hay cierta unidad entre la conciencia psicológica y la conciencia moral. En efecto, la conciencia moral presupone la conciencia psicológica y, a su vez, la conciencia moral complementa y enriquece la conciencia psicológica.
Diferencia: La diferencia entre la conciencia psicológica y la conciencia moral proviene de los distintos objetos a los que se dirige cada una de ellas. La conciencia psicológica atestigua la existencia de los diferentes elementos que entran en la estructura del yo, mientras la conciencia moral tiene la función de valorar los actos del yo y, con ello la de trazar "un proyecto de vida" del yo.
Conciencia Fisiológica:
El estado de conciencia depende de la activación de la corteza cerebral por un complejo sistema que se sitúa a lo largo del tallo cerebral: El Sistema Reticular Activador Ascendente.
La activación de la corteza depende del arribo de estímulos sensoriales diversos a través de la sustancia reticular, y de las múltiples vías colaterales que brindan a este sistema las vías sensitivas y sensoriales.
En el tálamo existen núcleos inespecíficos, representativos de este sistema activador. En la línea media del tálamo se origina un sistema de fibras que se distribuye difusamente en la corteza cerebral, de esta parten fibras que a su vez tienen acción sobre la sustancia reticular. Estas últimas y otras corticofugales podrían quizás explicar algunos de los fenómenos que tienen lugar en la hipnosis.
En los animales, la sección de este sistema reticular activador ascendente, sin lesión de los lemniscos, priva permanentemente a la corteza cerebral de estímulos y produce somnolencia constante, un estado similar al del coma. En cambio las lesiones de los lemniscos producen anestesia, aunque no inconsciencia o somnolencia.
Un estado mas alto que el de la conciencia vigil es el de alerta o vigilancia que se produce por estímulos sensoriales y se manifiesta incluso por modificaciones electroencefalográficas, y lo que es más interesante aún, en la propia vigilia existen distintas gradaciones oscilantes en un día normal de cualquier persona, las cuales incluyen la supervigilancia, la vigilia atenta, la atención flotante y el adormecimiento entre otros (Delay y Pichot) estas gradaciones permiten modular y proteger al sistema nervioso contra el exceso de información. Cada una de ellas tiene sus características propias.
Fisiológicamente hablando, no parece haber dudas de que sólo existen dos estados de conciencia normales en el hombre: El sueño y la vigilia.
Si nos transportáramos en el tiempo hacia la antigüedad podríamos analizar un antiguo cuento hindú que reconocía tres estados mentales: 1) vigilia (vaiswanara), en el cual una persona está consciente sólo de objetos externos y saborea los placeres de los sentidos. 2) Dormir con sueños (taijasa), estado en el cual la persona está consciente sólo de sus sueños y saborea las sutiles impresiones que han quedado en la mente de los hechos del pasado. y 3) Dormir sin sueños, (prajna) estado de bienaventuranza (Jouvet 1967).
El sueño y la vigilia siguen un ciclo circadiano que constituye una de las formas más notables de la conducta humana, los aspectos neurosecretores que modulan el ciclo constituye un tema de investigación actual.
Sobre la vigilia:
Características conductuales: Los sujetos presentan actividad volitiva, se orientan en el medio e interactúan con él, reciben procesan y almacenan la información proveniente del exterior y responden a los diferentes estímulos.
Actividad vegetativa: Lógicamente es variable, en dependencia de la situación en que se encuentra el sujeto y la actividad vigil que realiza. Por ello el ritmo respiratorio, la frecuencia cardíaca y la temperatura varían dentro de un rango normal para distintas situaciones de la vigilia.
Ritmos electroencefalográficos: Los ritmos típicos son el Alfa y el Beta.
Sobre el sueño:
Clásicamente se describen dos fases de sueño: Sueño lento y sueño rápido. Pasamos a definir sus principales características como estado normal de la conciencia.
Sueño lento:
Características conductuales: Disminución de la reactividad ante los estímulos del medio, sólo se responde a estimulaciones muy fuertes o de gran significación, pero en este caso el sujeto vuelve al estado de vigilia. Esta reversibilidad del sueño lo diferencia de otros estados no fisiológicos de conciencia como la anestesia y el coma.
Existe miosis y cierta disminución de la actividad tónica de la musculatura esquelética. Los ojos adoptan una posición divergente hacia arriba.
Actividad vegetativa: Predomina el tono parasimpático: Desciende el tono vascular perisférico, la presión arterial, la frecuencia respiratoria y el metabolismo basal.
Los ritmos electroencefalográficos se resumen en cuatro etapas:
Etapa I: El ritmo alfa se torna lento, hay aplanamiento del mismo, aparecen trenes de ondas. (Somnolencia ligera)
Etapa II: Aparecen husos de sueño sobre ritmo theta.(Sueño ligero)
Etapa III: Actividad de base de tipo delta, con persistencia de algunos husos de sueño.(Profundidad moderada de sueño)
Etapa IV: Desaparición de los husos de sueño. Ritmo delta muy lento. (Gran profundidad del sueño)
A este sueño se le denomina también de ondas lentas u ortodoxo. Como dato curioso, las ensoñaciones que ocurren en este tipo de sueño suelen no recordarse porque no hay consolidación de los sueños en la memoria.
Sueño rápido:
Aspectos conductuales: Pueden dividirse de dos maneras: Tónicos, y Fásicos.
Tónicos: Disminución marcada del tono muscular esquelético, que contrasta con el aumento del tono de los músculos extraoculares y del oído medio.
Fásicos: Movimientos conjugados rápidos de los ojos, lo que da nombre a este tipo de sueño como MOR o REM. (Movimientos oculares rápidos) o (Rapid eyes movements).
Características vegetativas: Predominio del tono simpático.
Ritmos electroencefalográficos: Ritmo de bajo voltaje rápido y desincronizado. Muy parecido al de la vigilia atenta, lo que ha determinado la denominación de sueño paradójico. Sin embargo no hay una canalización adecuada por lo que la persona no está plenamente ¨consciente¨ de su entorno.
Como dato curioso: Las ensoñaciones son mucho mejor recordadas en este tipo de sueño
Los episodios de sueño REM duran de 15 a 30 minutos y ocurren periódicamente en el curso del sueño, ocupan el 25 % del tiempo total de sueño y reaparecen cada 90 minutos aproximadamente.
Según se puede apreciar es muy útil la caracterización objetiva de los estados normales de conciencia. En Fisiología se define como estado de conciencia el estado de conocimiento que tiene el sujeto de sí mismo y de su entorno.
Entre los estados alterados de conciencia la literatura especializada cita: el desmayo o síncope vasovagal, distintos niveles clínicos de disminución de la conciencia como el letargo, el embotamiento, el estupor y el coma, clasificados así por la intensidad del estímulo necesario para hacer reaccionar al sujeto y por el grado de reversibilidad.
Estas alteraciones patológicas y particularmente el coma, se diferencian del sueño sustancialmente, pues este es reversible y constituye un estado neurofisiológico activo, en el cual no disminuye el consumo de oxígeno con respecto a la vigilia, además de las causas bien determinadas que ocasionan los estados anormales citados.
Cuando se profundiza en el uso que del término conciencia hacen la Psiquiatría y la Psicología, comprendemos que los matices son diferentes, lo cual es lógico por el objeto de estudio de estas disciplinas.

Acepciones de Conciencia

ACEPCIONES DE CONCIENCIA
Los seres humanos realizamos acciones y actividades diarias con el fin de cumplir con un deber o una tarea. En algunas ocasiones estas tareas implican un gran esfuerzo de nuestra parte y que requieren de gran responsabilidad, misma que demuestra el grado o clase de persona con la que se esta tratando. Esta misma hace que uno actué en fin de su conveniencia o por propio interés, sin importar las repercusiones que se tenga o el visto que den personas ajenas.
Todos y cada uno de los seres humanos ven u observan las cosas que pasan de diferente manera, es decir, existen diferentes formas de conciencia que se califican como un acto moral e inmoral, además de psicológica. Existen múltiples acepciones de conciencia, pero lo que más llama la atención es el ver como los seres humanos la utilizan o bien, la manera en que demuestra su opinión frente a la sociedad con respecto a su calificación de lo que se es malo y lo que se es bueno, correspondiendo o no a las reglas que habitan en la sociedad en la que se vive.
En la vida diaria hablamos de la "conciencia religiosa", de la "conciencia moral", de la "conciencia cívica", “conciencia psicológica”, etc., conforme a la actitud que adoptamos frente a la vida religiosa, moral, ciudadana, etc.

Conciencia Moral:
Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad, el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias. La conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la moral, en ella está el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos o nuestro modo de vida. Pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad, conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas. Por eso es especialmente importante plantearnos qué es y como funciona. La misma palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor. La conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno -o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, de lo que hay que evitar-.
Hipótesis sobre el funcionamiento de la conciencia moral.
Al definir la conciencia como un tipo de conocimiento o de percepción estamos reconociendo que es una realidad compleja. Cuando valoramos una acción realizada o por realizar, la conciencia moral puede actuar de maneras diferentes: podemos sentir que lo que hemos hecho o vamos a hacer está bien o mal, sin saber exactamente por qué; podemos también analizar las consecuencias reales o posibles de nuestra acción y su conveniencia; podemos recurrir a pensar en normas previamente aceptadas para enjuiciar la acción... A lo largo de la historia, distintas corrientes de pensamiento sobre la moral han dado mayor importancia a alguno de estos modos de actuación de la conciencia moral.
El intelectualismo moral, por ejemplo, considera la conciencia moral como el conocimiento de lo que es bueno y lo que es malo. Se produce en él una identificación entre el bien y el conocimiento, por una parte, y el mal y la ignorancia por otra. En consecuencia, según el mismo, sólo obramos mal porque creemos, en nuestra ignorancia, que ese mal que hacemos es un bien para nosotros. La manera de conseguir actuar correctamente será, pues, educar a nuestra razón en los principios de la moral para que no pueda llevarnos a valoraciones incorrectas sobre la bondad o maldad de las cosas y las acciones.
El emotivismo, por el contrario, es el planteamiento de la conciencia moral como sentimiento. Según los emotivistas, por medio de la razón sólo podemos llegar a comprender lo útil o lo conveniente para determinados fines, pero no si algo es bueno o malo. La bondad o maldad de actos, palabras, etc. se siente, no se conoce racionalmente. Los juicios morales, para los emotivistas, no son más que medios para comunicar esos sentimientos y para intentar convencer a los demás de su validez.
El intuicionismo tampoco considera que la razón sirva para determinar la maldad o la bondad de las acciones y las cosas: la conciencia moral, según los intuicionistas, percibe directamente lo bueno y lo malo. Puesto que el bien no es una cualidad natural -como el color-, no puede percibirse por medio de los sentidos físicos. Esto hace que los intuicionistas vean la conciencia moral como un sentido moral -intuición moral- que percibe directamente la bondad o maldad de las cosas y las acciones, sin intervención de los sentidos físicos ni del razonamiento.
El intuicionismo y el emotivismo niegan que la razón sea el componente fundamental de la conciencia moral, aunque desde posturas muy diferentes. El intuicionismo considera que el bien y el mal están en las cosas y las acciones, son cualidades reales que percibimos. El emotivismo, por el contrario, sostiene que son sentimientos que provocan esas acciones y cosas en nosotros; sentimientos que pueden variar de una persona a otra y son objeto de discusión.
Los prescriptivistas, en cambio, consideran que la moral se basa en el carácter prescriptivo (imperativo) de sus juicios. La conciencia moral, según estos autores, asiente o rechaza los mandatos que presentan los juicios morales. La manera de demostrar el asentimiento a lo que dice una norma es cumplirla, la de demostrar el rechazo, no cumplirla.
Todas estas teorías destacan aspectos parciales de la realidad total que es la conciencia moral. Ésta se compone tanto de razonamientos y juicios como de sentimientos, intuiciones o mandatos.
Según nuestra experiencia. Es un hecho que nadie de nosotros juzga las acciones de un vegetal o de un animal irracional como acciones morales. Sólo un ser humano es sujeto de actos morales o inmorales. Podemos por lo tanto, concluir que "la conciencia moral" es una función de la persona humana.
La experiencia nos señala que ciertas personas observan una determinada conducta moral y que otras se conducen en forma inmoral.
En consecuencia, la "conciencia moral" no es algo añadida a la persona, sino que es la misma persona, el sujeto de la conducta moral.
"La conciencia moral es una realidad dinámica que capacita al hombre para captar y vivir los valores morales". Su desarrollo y su perfección dependen del desarrollo y de la perfección de la personalidad de cada hombre.
Elementos de la conciencia moral:
a) Elementos racionales, que concurren a la formación de los juicios antes o después de un acto moral.
Los juicios previos al acto moral establecen los principios. Ejemplo: Hay que hacer el bien y evitar el mal. Los juicios después del acto moral, la conciencia lo acepta si fue bueno y lo rechaza en el caso que haya sido malo.
b) Los sentimientos morales, estos pueden ser antes o después de un acto moral. El hombre naturalmente tiene la tendencia de hacer el bien y de evitar el mal. Experimenta a la vez, respeto al deber, y por ende, aprecia la conducta buena y menosprecia la mala.
La conciencia moral, corno juez de nuestros actos, sólo puede darse cuando éstos son actos humanos voluntarios, o sea los actos en los que ha intervenido la libertad de acción. No puede haber un juicio de conciencia cuando los actos efectuados han sido obligados por una autoridad o por una acción coercitiva de agentes extraños a nosotros mismos. Se podría poner con ejemplo la acción de un soldado en tiempo de guerra En la actividad profesional a veces se toman decisiones por obligación o por seguir esquemas o sistemas preestablecidos, que muy poca libertad de acción dejan al sujeto, en estos casos la conciencia moral quedara un tanto suprimida.
Ahora bien, como resultado del juicio de valor que efectúa la conciencia moral sobre los actos del propio individuo, se conduce lo siguiente:
A un sentimiento de culpa
A un remordimiento
A un arrepentimiento.
Esto puede llevar a un castigo, un auto castigo, o a una acción interna
En este campo intervienen una serie de elementos a los cuales se les ha dado en llamar PUENTES DE LA MORALIDAD, que constituyen la conformidad o disconformidad con la recta razón que dirige al acto humano.
Al analizar concretamente un determinado acto humano ya sea realizado por uno mismo o por otra persona, hay tres elementos para juzgarlo
El objeto, la situación y el fin
El objeto es hacia dónde Se dirige el acto libre y voluntario; qué es lo que quiere; es el contenido de la acción.
La situación o circunstancias: Situado en un lugar, por una persona, en un tiempo, quién lo hace y qué condiciones acompañan al acto
La intención o fin: El motivo por el cual se efectúa el acto; la razón por la cual se actúa
Estos elementos, Según se presenten, harán que el juicio de conciencia se haga en consecuencia, ya que muchas veces las personas se ven precisadas a actuar en contra de una norma moral. Un ejemplo se da el matar a una persona para salvar la propia vida o la de un ser querido que está desprotegido.
La aplicación de estos elementos es algo muy complejo y se puede referir a los tipos de conciencia que se han expresado anteriormente
Independientemente de los elementos que intervienen en el acto voluntario, el individuo obra en función de un fin, lo que quiere decir que sus actos están determinados en cierta forma por ese fin último natural que es la felicidad, Pero todo ello dentro de una recta razón que como cualidad de la inteligencia, está dentro de la naturaleza del hombre.
En el curso de su desarrollo, la persona humana adquiere hábitos que son pautas de comportamiento estables que disponen al sujeto para bien o para mal, según su forma de ser los cuales Son difíciles tanto de adquirir como de remover.
En el campo de la moral, los hábitos se manifiestan como virtudes o vicios de comportamiento.
En algún momento Aristóteles afirmó que el hombre es virtuoso es feliz, de lo que se puede seguir que para acercar al hombre hacia su fin, la virtud orientará rectamente sus actos, y San Agustín define la virtud como 'una buena cualidad del Alma, por la cual se vive rectamente, y de la cual nadie hace mal uso"
Conciencia Psicológica:
La conciencia psicológica es un conjunto de experiencias psíquicas inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos de nuestro yo.
La conciencia psicológica es darse cuenta de la presencia de si mismo; de las cosas y de los hechos que se encuentran fuera del yo, y de la reflexión resultante de los propios actos y de las realidades existentes en el mundo que le rodea.
Nos permite captar los fenómenos psicológicos como nuestros; a la vez dichos fenómenos psicológicos constituyen una unidad que forma el yo de cada uno de nosotros.
Caracteres fundamentales de la conciencia psicológica:
 Dinamismo: como acción de lo anímico hacia la realidad
 Totalidad: como creación de conjuntos dotados de unidad
 Subjetividad: como operación pereciente a un yo concreto
 Intencionalidad: como función reveladora del sentido de la realidad
Según Jolivet. Règis; (1982); la conciencia se muestra tanto como un hecho vital como una operación de la mente. Como hecho vital, hablamos de la conciencia de los animales y de los hombres.
Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia psicológica nos serviremos de nuestra experiencia diaria.
Observemos, por ejemplo, una puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de imágenes, de recuerdos, de afectos que nos invaden. Nos sentimos felices.
Todo esto constituye en ese momento nuestra conciencia psicológica.
Podemos, pues, legítimamente, decir que la conciencia psicológica es un conjunto de experiencias psíquicas inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos en nuestro yo.
Mediante la conciencia psicológica no sólo nos damos cuenta de lo que pasa dentro de nosotros en un momento dado, sino que también nos damos cuenta de nuestra propia experiencia. La conciencia psicológica nos permite captar los fenómenos psicológicos como nuestro; a la vez, dichos fenómenos psicológicos constituyen una unidad que forma el yo de cada uno de nosotros.
DIFERENCIAS ENTRE CONCIENCIA PSICOLOGICA Y MORAL.
La diferencia entre conciencia psicológica y la conciencia moral proviene de los distintos objetos a los que se dirigecada una de ellas.
La conciencia psicológica, reconoce diversoselementos que entran en la estructura del yo, mientras que la conciencia moral tiene la función de valorar los actos del yocon ello la de trazar un proyecto de vida del yo. Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia psicológica nos serviremos de nuestra experiencia diaria.
Observemos, por ejemplo, una puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de imágenes, de recuerdos, de afectos que nos invaden. Nos sentimos felices.
Todo esto constituye en ese momento nuestra conciencia psicológica. Luego podemos decir, que la conciencia psicológica es un conjunto de experiencias inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos.
Mediante la conciencia psicológica no sólo nos damos cuenta de lo que pasa dentro de nosotros en un momento dado, sino que también nos damos cuenta de nuestra propia experiencia. La conciencia psicológica nos permite captar los fenómenos psicológicos como nuestros.
Diferencia entre la conciencia moral y la psicológica
Unidad y distinción a la vez.
Unidad: En el hombre hay cierta unidad entre la conciencia psicológica y la conciencia moral. En efecto, la conciencia moral presupone la conciencia psicológica y, a su vez, la conciencia moral complementa y enriquece la conciencia psicológica.
Diferencia: La diferencia entre la conciencia psicológica y la conciencia moral proviene de los distintos objetos a los que se dirige cada una de ellas. La conciencia psicológica atestigua la existencia de los diferentes elementos que entran en la estructura del yo, mientras la conciencia moral tiene la función de valorar los actos del yo y, con ello la de trazar "un proyecto de vida" del yo.
Conciencia Fisiológica:
El estado de conciencia depende de la activación de la corteza cerebral por un complejo sistema que se sitúa a lo largo del tallo cerebral: El Sistema Reticular Activador Ascendente.
La activación de la corteza depende del arribo de estímulos sensoriales diversos a través de la sustancia reticular, y de las múltiples vías colaterales que brindan a este sistema las vías sensitivas y sensoriales.
En el tálamo existen núcleos inespecíficos, representativos de este sistema activador. En la línea media del tálamo se origina un sistema de fibras que se distribuye difusamente en la corteza cerebral, de esta parten fibras que a su vez tienen acción sobre la sustancia reticular. Estas últimas y otras corticofugales podrían quizás explicar algunos de los fenómenos que tienen lugar en la hipnosis.
En los animales, la sección de este sistema reticular activador ascendente, sin lesión de los lemniscos, priva permanentemente a la corteza cerebral de estímulos y produce somnolencia constante, un estado similar al del coma. En cambio las lesiones de los lemniscos producen anestesia, aunque no inconsciencia o somnolencia.
Un estado mas alto que el de la conciencia vigil es el de alerta o vigilancia que se produce por estímulos sensoriales y se manifiesta incluso por modificaciones electroencefalográficas, y lo que es más interesante aún, en la propia vigilia existen distintas gradaciones oscilantes en un día normal de cualquier persona, las cuales incluyen la supervigilancia, la vigilia atenta, la atención flotante y el adormecimiento entre otros (Delay y Pichot) estas gradaciones permiten modular y proteger al sistema nervioso contra el exceso de información. Cada una de ellas tiene sus características propias.
Fisiológicamente hablando, no parece haber dudas de que sólo existen dos estados de conciencia normales en el hombre: El sueño y la vigilia.
Si nos transportáramos en el tiempo hacia la antigüedad podríamos analizar un antiguo cuento hindú que reconocía tres estados mentales: 1) vigilia (vaiswanara), en el cual una persona está consciente sólo de objetos externos y saborea los placeres de los sentidos. 2) Dormir con sueños (taijasa), estado en el cual la persona está consciente sólo de sus sueños y saborea las sutiles impresiones que han quedado en la mente de los hechos del pasado. y 3) Dormir sin sueños, (prajna) estado de bienaventuranza (Jouvet 1967).
El sueño y la vigilia siguen un ciclo circadiano que constituye una de las formas más notables de la conducta humana, los aspectos neurosecretores que modulan el ciclo constituye un tema de investigación actual.
Sobre la vigilia:
Características conductuales: Los sujetos presentan actividad volitiva, se orientan en el medio e interactúan con él, reciben procesan y almacenan la información proveniente del exterior y responden a los diferentes estímulos.
Actividad vegetativa: Lógicamente es variable, en dependencia de la situación en que se encuentra el sujeto y la actividad vigil que realiza. Por ello el ritmo respiratorio, la frecuencia cardíaca y la temperatura varían dentro de un rango normal para distintas situaciones de la vigilia.
Ritmos electroencefalográficos: Los ritmos típicos son el Alfa y el Beta.
Sobre el sueño:
Clásicamente se describen dos fases de sueño: Sueño lento y sueño rápido. Pasamos a definir sus principales características como estado normal de la conciencia.
Sueño lento:
Características conductuales: Disminución de la reactividad ante los estímulos del medio, sólo se responde a estimulaciones muy fuertes o de gran significación, pero en este caso el sujeto vuelve al estado de vigilia. Esta reversibilidad del sueño lo diferencia de otros estados no fisiológicos de conciencia como la anestesia y el coma.
Existe miosis y cierta disminución de la actividad tónica de la musculatura esquelética. Los ojos adoptan una posición divergente hacia arriba.
Actividad vegetativa: Predomina el tono parasimpático: Desciende el tono vascular perisférico, la presión arterial, la frecuencia respiratoria y el metabolismo basal.
Los ritmos electroencefalográficos se resumen en cuatro etapas:
Etapa I: El ritmo alfa se torna lento, hay aplanamiento del mismo, aparecen trenes de ondas. (Somnolencia ligera)
Etapa II: Aparecen husos de sueño sobre ritmo theta.(Sueño ligero)
Etapa III: Actividad de base de tipo delta, con persistencia de algunos husos de sueño.(Profundidad moderada de sueño)
Etapa IV: Desaparición de los husos de sueño. Ritmo delta muy lento. (Gran profundidad del sueño)
A este sueño se le denomina también de ondas lentas u ortodoxo. Como dato curioso, las ensoñaciones que ocurren en este tipo de sueño suelen no recordarse porque no hay consolidación de los sueños en la memoria.
Sueño rápido:
Aspectos conductuales: Pueden dividirse de dos maneras: Tónicos, y Fásicos.
Tónicos: Disminución marcada del tono muscular esquelético, que contrasta con el aumento del tono de los músculos extraoculares y del oído medio.
Fásicos: Movimientos conjugados rápidos de los ojos, lo que da nombre a este tipo de sueño como MOR o REM. (Movimientos oculares rápidos) o (Rapid eyes movements).
Características vegetativas: Predominio del tono simpático.
Ritmos electroencefalográficos: Ritmo de bajo voltaje rápido y desincronizado. Muy parecido al de la vigilia atenta, lo que ha determinado la denominación de sueño paradójico. Sin embargo no hay una canalización adecuada por lo que la persona no está plenamente ¨consciente¨ de su entorno.
Como dato curioso: Las ensoñaciones son mucho mejor recordadas en este tipo de sueño
Los episodios de sueño REM duran de 15 a 30 minutos y ocurren periódicamente en el curso del sueño, ocupan el 25 % del tiempo total de sueño y reaparecen cada 90 minutos aproximadamente.
Según se puede apreciar es muy útil la caracterización objetiva de los estados normales de conciencia. En Fisiología se define como estado de conciencia el estado de conocimiento que tiene el sujeto de sí mismo y de su entorno.
Entre los estados alterados de conciencia la literatura especializada cita: el desmayo o síncope vasovagal, distintos niveles clínicos de disminución de la conciencia como el letargo, el embotamiento, el estupor y el coma, clasificados así por la intensidad del estímulo necesario para hacer reaccionar al sujeto y por el grado de reversibilidad.
Estas alteraciones patológicas y particularmente el coma, se diferencian del sueño sustancialmente, pues este es reversible y constituye un estado neurofisiológico activo, en el cual no disminuye el consumo de oxígeno con respecto a la vigilia, además de las causas bien determinadas que ocasionan los estados anormales citados.
Cuando se profundiza en el uso que del término conciencia hacen la Psiquiatría y la Psicología, comprendemos que los matices son diferentes, lo cual es lógico por el objeto de estudio de estas disciplinas.

Estados de Conciencia

Aproximación conceptual y holística a los estados de conciencia
Dícese del estado de las funciones neurocognitivas superiores. El estado de conciencia determina la percepción y el conocimiento del mundo psíquico individual y del mundo fenoménico que nos rodea. Hay que considerar también la posibilidad de que permita aprehender al mundo nouménico. Es decir, del mundo que estaría más allá de los sentidos y del que hablan los místicos.

Existen muchos niveles en el estado de conciencia. Un ejemplo claro de ello es el estado de conciencia onírico (el que se da en el sueño) y el estado de conciencia de vigilia. Los estados de conciencia alterados indican la existencia de estados diferentes al nivel de vigília. Pueden ser inducidos mediante drogas (alucinógenos, etc..), ser producto de una patología (esquizofrenia, manía... etc), o ser producto de una práctica espiritual (meditación, pranayama...etc). En este último caso el estado de conciencia alterado lejos de ser artificial o patológico, podría indicar la existencia de niveles superiores en la mente del ser humano. Niveles que permitirían la percepción directa del Noúmeno, de toda realidad que trasciende a los sentidos.

cosmovisiones explicativas de niveles mentales o de conciencia

Podríamos considerar a un nivel muy global, la existencia en la humanidad, de dos grandes unidades orgánicas de pensamiento (dualidad gestalt), para explicar al Todo. Estas dos gestalts, serían la occidental y la oriental. La gestalt occidental ha dado origen a la ciencia y la filosofía, y parte de la premisa de que sólo es real el mundo exterior que percebimos. Por ello ha tenido que negar la realidad de lo interno. La gestalt oriental ha dado origen a la meditación y al darshan, y por el contrario de la occidental, parte de la premisa que sólo es real el mundo interno que emana de nosotros. Por ello ha tenido que negar la realidad del mundo externo. En la gestalt occidental el hombre es solamente un cuerpo (fisiología, biología, química…) pero no una consciencia, un alma. En la gestalt oriental pasa lo contrario. El hombre es un alma y el mundo externo o fenoménico es una ilusión, un sueño, maya. Occidente es mente, Oriente no-mente. Occidente es agresivo, oriente receptivo. El diálogo futuro entre estas dos gestalts es inevitable. En el presente ya hay mucho indicadores de esta concepción más holística del microcosmos humano.


* GESTALT CIENTIFICA. La "gestalt científica" ha considerado los estados de conciencia alterados des de una perspectiva meramente fisiológica. En este sentido se han configurado modelos explicativos de la alteración de conciencia, basados todos ellos en la dinámica de los neurotransmisores y de las áreas cerebrales que serían sobreestimuladas o infraestimuladas. Des de esta perspectiva, cuando la ciencia ha estudiado las mentes de grandes santos o místicos, ha considerado sus estados de conciencia alterados (éxtasis místicos, visiones…etc) como productos de alteraciones neuroquímicas cerebrales y por tanto patológicos. Un claro ejemplo, para citar un caso, serían los estudios acerca de las visiones y éxtasis de una santa alemana muy conocida del siglo XII, Santa Hildegarda de Bingen. Ciertos estudios hablarían de la hipotesis, entre otras, de un origen migrañoso a sus visiones. La ciencia pues, se ha especializado en su propia gestalt, sin entrar a considerar otro tipo de explicaciones que estarían en otro nivel de conocimiento.


* GESTALT ORIENTAL. La "gestalt oriental" y también otras cosmovisiones de tipo occidental pero herméticas, (Ciencia hermética o Iniciática) , han considerado los estados de conciencia alterados como la prueba de la existencia de niveles en la mente o psiquismo humano. Su conocimiento partiría de premisas y fuentes totalmente diferentes a las de la ciencia, técnica y filosofía occidentales. Este conocimiento sería fruto del desarrollo de capacidades en el individuo, que trascenderían los límites de la percepción sensorial considerada normal. Mediante técnicas meditativas los sujetos experimentarían una realidad más allá del umbral de la normalidad y perceberían un nivel de realidad a otra esfera de la que se ocupa la ciencia. La conclusión a la que llegarían las cosmovisiones y cosmogonías orientales y herméticas occidentales, sería la de que el ser humano es una trinidad de materia, energía y conciencia. Este paradigma "energético" del ser humano, está desarrollado a grandes alturas intelectuales, en las medicinas china y ayurvédica. Según ambas medicinas, el ser humano, además del cuerpo físico, tendría un cuerpo de energía sutil o etérico. En ellas se habla constantemente del "chi" y del "prana" respectivamente. Ambos conceptos se podrían traducir como energía. Concretamente en la medicina china, una prueba empírica de este modelo energético del ser humano, sería la descripción altamente detallada y pormenorizada, de los canales y meridianos energéticos que se modulan terapéuticamente mediante la Acupuntura. Por otro lado cabe mencionar, que la bioenergía del cuerpo humano sería perceptible para instrumental sensible. Así lo demostraría la técnica fotográfica Kirlian, desarrollada en la antigua Unión Soviética. Según todas las cosmovisiones (desde la hindú, a la tibetana pasando por el zen, la alquimia occidental, o la cabbala hebrea), la energía del cuerpo humano, tendría una fuente, un reservorio o depósito, situado en la base del perineo (sacro). Des de este depósito, la energía subiría en forma espiral a través de la columna vertebral y alimentaría el cerebro, modulando toda la actividad cerebral. Ella sería el motor de la evolución humana hacia estados superiores de conciencia (dos aproximaciones filosóficas a este hecho evolutivo, serían el Superhombre del que hablara Nietzsche y toda la filosofía de Theilard de Chardin). Esa energía, sería la causante de las capacidades de los individuos psíquicos y de toda suerte de fenómenos paranormales. Concretamente la energía psíquica se simbolizaría con un animal, que fue venerado en la antigüedad por todo tipo de civilizaciones, desde la egipcia, pasando por las indostánicas y las antiguas civilizaciones aztecas y mayas: la serpiente. Cabría recordar a este respeto, las serpientes representadas en los símbolos de las farmacias y en el caduceo de mercurio, (símbolo de la medicina), así como las serpientes que llevaban en su corona los faraones (símbolo de su divinidad y alta iniciación). A esa energía psíquica, se refieren los textos yóguicos con el nombre de "kundalini" o “Shakti”. En su expresión más baja, esta energía se expresaría en forma de impulso sexual. En su forma más elevada se expresaría en forma de supraconciencia y de amor universal. Ya Freud intuyo esta relación en su teoria del eros, y en su insistencia en poner al impulso sexual sublimado, como origen de religión y cultura. En todas las religiones encontramos en sus orígenes referencias a cultos fálicos y sexuales que se articularían en las llamadas prácticas tántricas o alquímicas que buscarían sublimar la energía sexual en energía espiritual. Los estados de conciencia elevados serían pues la consecuencia de la evolución superior del ser humano. Según la gestalt oriental, los santos y místicos serían seres en un alto estado evolutivo y sus estados de conciencia alterados no serían patológicos como los considera la ciencia occidental. Serían al contrario su antítesis. Es decir un estado de supra-salud. Los estados de conciencia podrían ser indicativos también, de la existencia de planos dimensionales o de realidad, accesibles a través de ellos. En el desarrollo de una teoría unificada en la física actual, se hablan de dimensiones y de universos paralelos, aunque todavía no se ha llegado siquiera a plantear, la relación que podrían tener con el psiquismo humano, como perceptor de otras realidades.

Evaluación del estado de conciencia

La evaluación de la conciencia se hace en tres etapas:
1. ausencia/presencia de conciencia:
* si la persona habla o se mueve espontáneamente, decimos que está consciente;
* si no, se le coge la mano, se le formula una pregunta simple (del tipo ¿me oye?) y se le da un orden simple (del tipo ¡abra los ojos!); si reacciona, decimos que está consciente, en caso contrario estará inconsciente;
2. cualidad de conciencia:
* si una persona está consciente, se le habla y se le formulan preguntas para determinar si
o habla de manera coherente (sabe dónde está, conoce la fecha ...)
o habla de manera coherente pero desorientada, es decir, presenta una pérdida de conciencia inicial
o habla de manera incoherente o incomprensible
o está somnolienta y no reacciona más que a la palabra o al tacto
* si está inconsciente y respira, le damos un pequeño pellizco para determinar si reacciona al dolor o si no reacciona

3. un médico, o eventualmente un enfermero, prueba otros reflejos para profundizar en el balance neurológico.